Montañismo

Elbrus, La montaña más alta de Europa

junio 6, 2018 — by Andar Extremo

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Montañismo

Elbrus, La montaña más alta de Europa

junio 6, 2018 — by Andar Extremo

En agosto del año pasado, junto a mi gran amigo Oscar Ancieta, nos dimos el gusto de ascender el monte Elbrus de una manera muy poco habitual: sin apoyo ruso y caminando desde Villa Cheget, distante a 6 kilómetros de la base de la misma montaña. Nota en revista Andar Extremo n° 49

por Sergio Vahnovan, texto y fotos

Superando en collado para comenzar a subir la cumbre este
Superando en collado para comenzar a subir la cumbre este

Elbrus es la montaña más alta de Europa con 5642msnm y es conocida fundamentalmente porque integra el selecto grupo “Seven Summit”. Si bien es bastante visitada porque no tiene grande exigencias técnicas en su ruta normal, muy poca gente intenta ascenderla íntegramente sin utilizar ningún medio de elevación.
En diciembre de 2016, después de varios años, nos reencontramos con Oscar, y entre posibles ideas de viajes mencionamos el Elbrus, pero no fue hasta junio de 2017 en que definimos viajar a Rusia e intentarlo con un estilo un poco más montañero que el que se acostumbra.

Comodoro en el Elbrus 4 1
Comodoro en el Elbrus 4 1

Nos unimos en Ezeiza, ya que él venía desde Mendoza y yo desde Comodoro Rivadavia, y en ese momento comenzó el periplo de vuelos y esperas entre los aeropuertos Charles de Gaulle, Sheremetyevo y finalmente en Mineralnye Vody, donde arribamos a las 3:30 hr de la mañana, después de casi 30 horas de viaje desde Buenos Aires. Tomamos un taxi hasta la villa Cheget, cercana de la montaña. Luego de aproximadamente 4 horas de recorrido llegamos al pueblo donde nos instalamos en un hotel y, sin perder tiempo ni relajarnos para no quedarnos dormidos, salimos en busca de los elementos que nos faltaban para comenzar el ascenso (combustible, azúcar y pan). Entre un corto recorrido por el lugar y la preparación de nuestras mochilas, el día pasó volando.

En la estación del teleférico Azau en 2300 msnm
En la estación del teleférico Azau en 2300 msnm

Con pocas horas de descanso y habiendo revisado el pronóstico, a las 6 de la mañana comenzamos a caminar desde Cheget hacia la montaña, con el objetivo de instalar nuestra carpa cerca de los 4000msnm. Como en el trayecto hacia Azau (la villa que se encuentra en la base del Elbrus), caminamos sobre la cinta asfáltica, un par de vehículos pararon ofreciéndonos acercarnos pero desistimos a dichas ofertas. Una vez que llegamos, comenzamos a desplazarnos por senderos de piedras sueltas y a medida que transcurría el tiempo íbamos superando las distintas estaciones de teleféricos y aerosillas.
En aproximadamente 3900msnm., nos adentramos en el glaciar y avanzamos hasta unos montículos rocosos que sobresalían en 4100msnm. Armamos nuestro campamento y ese día no quedó más que hidratarse, comer e intentar descansar, dado que el largo ascenso de 2200 metros de desnivel cargados, el cambio de horario y el viaje desde Argentina comenzaban a sentirse en el cuerpo.

Descendiendo 1
Descendiendo 1

Basados en el informe meteorológico, los siguientes 2 días correspondían a descanso, por lo que aprovechamos para pasear un poco y conocer algunos vecinos de campamento.
En las primeras horas del día 9 de agosto, el ruido de las máquinas de nieve que subían cargadas con gente, nos obligó a adelantar el horario de la salida a la cumbre. En el ascenso hasta los 4900 msnm. otras snowcats nos superaron. A partir de esa altitud, tuvimos que regular el ritmo porque los grupos que nos precedían impedían que los superáramos. Cuando atravesamos el collado que unía las dos cumbres de la montaña, pudimos sentir los primeros rayos del sol y apaciguar la sensación de frío que en la oscuridad nos había acompañado permanentemente.
Después llegó el tramo donde se encontraban instaladas unas cuerdas fijas y una planicie con muy suave pendiente que llevaba a la cumbre. Finalmente ahí estábamos, en lo más alto de Europa en un día casi ideal por la visibilidad que nos permitía contemplar el paisaje europeo hacia un lado, y el asiático para el otro. Hubo abrazos, felicitaciones y fotos hasta que decidimos emprender la bajada.

Desarmando el campamento para empezar a descender
Desarmando el campamento para empezar a descender

El descenso hasta la carpa fue muy relajado y con buena temperatura ambiente, aunque a partir de los 4800msnm la consistencia de la nieve comenzó a complicar un poco la marcha debido a que nos hundíamos y patinábamos.
Al día siguiente fuimos hasta la villa Cheget utilizando el mismo camino que cuando subimos. Esa bajada la realizamos con mucha precaución debido a la facilidad de resbalarse por las piedras sueltas, y el peso que llevábamos en las espaldas. La gente desde los teleféricos nos miraba y saludaba como si fuéramos superestrellas.

Avanzando sobre el glaciar-en 4000 msnm
Avanzando sobre el glaciar-en 4000 msnm

Los días en espera de regreso a casa, los pasamos entre recorridos por la zona del Elbrus y unas pocas horas en Moscú donde nos dimos la satisfacción de visitar la Plaza Roja, el Kremblin y la catedral de San Basilio.
Debo decir que todo fue muy gratificante. Compartir el viaje con Oscar, la interacción con la gente local que ayudó a encontrar soluciones a los inconvenientes que iban surgiendo, el saber que la investigación previa sobre los posibles caminos de ascenso y lugares donde instalar nuestra carpa fue fundamental y correcta, la preparación previa y el esfuerzo puesto, convirtieron a esta expedición en una historia digna de recordar.

En la cumbre del Elbrus
En la cumbre del Elbrus

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